Dadaab kenia campamento de refugiados

El mayor campo de refugiados de Kenia

En respuesta, el ACNUR presentó a Kenia lo que dijo que eran "medidas sostenibles basadas en los derechos" para encontrar soluciones al prolongado desplazamiento de los refugiados, soluciones que incluyen la repatriación voluntaria, la salida a terceros países bajo diversos acuerdos y opciones de estancia alternativa en Kenia.

Los residentes de Kakuma y Dadaab habían escuchado a lo largo de los años innumerables promesas vacías de mejores condiciones de vida y amenazas de ser "enviados de vuelta a casa". También se les ha acusado repetidamente de suponer "riesgos de seguridad" no especificados para los ciudadanos kenianos, y se les ha culpado de los innumerables problemas del país. Tras el atentado de 2013 en el Westgate, por ejemplo, los políticos kenianos afirmaron, sin ninguna prueba sólida, que el campo de refugiados de Dadaab se había convertido en "un campo de entrenamiento de terroristas" e instaron a la rápida repatriación de todos sus residentes. Human Rights Watch ha denunciado al gobierno keniano por afirmar que los refugiados somalíes de los campos son responsables de la inseguridad de Kenia y ha declarado que los funcionarios "no han aportado pruebas creíbles que vinculen a los refugiados somalíes con ningún atentado terrorista en Kenia".

Población del campo de refugiados de Kakuma 2022

"El cierre previsto de los campos en junio de 2022 debería ser una oportunidad para acelerar el proceso de búsqueda de soluciones duraderas para los refugiados", dijo Dana Krause, directora de MSF en Kenia. "En la actualidad, los refugiados de Dadaab, en su mayoría somalíes -muchos de los cuales llevan tres décadas atrapados en los campos- se enfrentan a una asistencia humanitaria cada vez menor y a opciones limitadas para llevar una vida segura y digna."

En un nuevo informe publicado hoy, MSF hace un llamamiento a Kenia y a sus socios internacionales para que cumplan los compromisos adquiridos en el Pacto Mundial sobre los Refugiados de 2018, permitiendo a los refugiados somalíes integrarse en la sociedad keniana o ser reasentados en el extranjero en lugar de verse obligados a regresar a Somalia. Aunque Dadaab ya no es el mayor campo de refugiados del mundo, sigue albergando a unos 232.903 refugiados, muchos de los cuales han nacido en los campos y no han conocido otra cosa. Los refugiados de Dadaab tienen prohibido trabajar, viajar o estudiar fuera de los campamentos, por lo que dependen en gran medida de la ayuda humanitaria.

Cierre del campo de refugiados de Dadaab

En marzo de 2021, el gobierno de Kenia dio un ultimátum de 14 días al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para que elaborara un plan de cierre de los campos de refugiados de Kakuma y Dadaab en el país. Si el ACNUR incumplía el plazo, Devon Cone, defensora principal de las mujeres y las niñas de Refugees International, declaró que "el gobierno keniano ha amenazado con devolver a los refugiados por la fuerza a países inseguros". El ACNUR presentó al gobierno un plan a principios de abril de 2021.

Este repentino llamamiento a cerrar los campamentos suscita un debate sobre su cierre, sobre todo por parte de quienes se verán directamente afectados por él. Establecido en 1992, el campo de refugiados de Kakuma está situado en el noroeste de Kenia. A partir de enero de 2021, la población de refugiados y solicitantes de asilo está formada principalmente por personas que han huido de Sudán del Sur, Somalia y Etiopía. El complejo de refugiados de Dadaab, en el condado de Garissa, al este de Kenia, se creó más o menos al mismo tiempo que Kakuma. Dadaab está poblado principalmente por refugiados y solicitantes de asilo que escaparon de una prolongada guerra civil en Somalia y de desastres naturales como la sequía. Los refugiados y solicitantes de asilo de Sudán del Sur, Eritrea, Etiopía, Burundi y Uganda también forman parte de la población (CARE). Dadaab tiene actualmente una población de 218.873 personas y es, por tanto, uno de los mayores campos de refugiados del mundo.

Campo de refugiados de Kakuma

Nairobi, Kenia, 7 de noviembre de 2022 - Los grupos de ayuda en el campo de refugiados de Dadaab, en Kenia, están cada vez más presionados por la llegada de más de 55.000 refugiados de Somalia que huyen de la sequía y el conflicto en los últimos dos meses. Como la sequía extrema en Somalia y África Oriental continúa, sin un aumento significativo en el apoyo a las comunidades afectadas, se espera un total de 120.000 llegadas de refugiados al campo de refugiados de Dadaab para principios de 2023. El IRC ha estado proporcionando asistencia médica, pero ante la escasez de recursos hace un llamamiento a los líderes internacionales para que aumenten la financiación y las actividades de respuesta a la sequía en toda la región.

La situación humanitaria en el campo también ha puesto de manifiesto una grave crisis de salud pública causada por la falta de servicios básicos, el grave hacinamiento y la falta crónica de financiación. Sin registro de solicitantes de asilo somalíes desde 2016, es necesario ampliar la asistencia humanitaria para atender las demandas de los recién llegados, los refugiados de larga data y las comunidades de acogida, ya que siguen sufriendo debido a la sequía.